Un pa\u00f1al descartable tarda 500 a\u00f1os en degradarse. Y un beb\u00e9 utilizar\u00e1 unos 6000 a lo largo de sus tres primeros a\u00f1os de vida. Cuando Mercedes Monserrat conoci\u00f3 este dato, su decisi\u00f3n fue inmediata: quer\u00eda probar los pa\u00f1ales de tela con su bebito Hilario. Le bastaron algunos meses para tomarle la mano, sacarse los miedos y decidir pasar del \u00abmitad y mitad\u00bb que se propuso en sus inicios al uso de cien por ciento tela. Hoy est\u00e1 tan convencida del proceso que hasta abri\u00f3 la cuenta @mamasustentable, desde la que concientiza e informa a otros padres y ofrece charlas para ense\u00f1ar el buen uso. Cuando recuper\u00f3 su ciclo, adem\u00e1s, ella misma desech\u00f3 las toallitas descartables para pasar a las de tela y a la copa menstrual.<\/p>\n\n\n\n
Como Mercedes, son muchos los que est\u00e1n comenzando a adoptar h\u00e1bitos sustentables en sus rutinas de cuidado personal. En pos de reducir desechos, cuidar la salud y tambi\u00e9n ahorrar, las variantes de confecci\u00f3n ecol\u00f3gica y libres de pl\u00e1stico y t\u00f3xicos van desde los ya mencionados pa\u00f1ales y toallitas de tela y la copa menstrual hasta champ\u00fa s\u00f3lido, jab\u00f3n artesanal y productos de limpieza hechos en casa. En uno de los rubros en los que m\u00e1s residuos y contaminaci\u00f3n se generan, el activismo ecol\u00f3gico est\u00e1 pisando cada vez m\u00e1s fuerte, llevando a elegir productos de emprendedores sustentables que priorizan el cuidado de los recursos naturales y el comercio justo.<\/p>\n\n\n\n
En este camino, tal vez una de las mayores luchas sea contra los prejuicios. Son muchos los que ven estas como iniciativas loables pero poco pr\u00e1cticas o engorrosas, como es el caso de los pa\u00f1ales de tela. \u00abSe suele tener la idea de que vas a usar los de nuestras abuelas o madres, y la realidad es que hoy hay algo totalmente distinto. Desde el sistema de cierre (botones snap) hasta los tipos de telas y estampados. Por dentro son de algod\u00f3n y por fuera PUL, que es impermeable y a la vez permite que la piel respire\u00bb, describe Luciano And\u00fajar, que los prob\u00f3 con su segundo hijo, Camilo. \u00abEs solo cuesti\u00f3n de generarse una rutina. El cambio debe hacerse cada tres o cuatro horas, porque, al igual que los descartables, tienen un l\u00edmite de absorci\u00f3n, y deben armarse ciclos de lavado para tener siempre alguno disponible\u00bb, explica. Adem\u00e1s, esta versi\u00f3n permite heredarse en vez de continuar expandiendo la producci\u00f3n. Para Ana Mar\u00eda M\u00e9dici y Paola Schoenfeld, madres y amigas detr\u00e1s de la cuenta @ma.mas.arquitectas, esta fue una raz\u00f3n de peso. \u00abPasamos de que nos dijeran que est\u00e1bamos locas a contagiar gente a que se sume al ‘pa\u00f1aleo’. Paola ya tiene una hija m\u00e1s (sus mellizos iniciales y sus muchos pa\u00f1ales fueron una de las grandes motivaciones), y ella los usa desde el primer momento, porque si bien tienen un costo inicial, sirven para siempre y pueden utilizarse m\u00e1s de un ciclo. Incluso tienen un formato para ir ‘creciendo’ seg\u00fan lo hace el beb\u00e9\u00bb, cuenta Ana Mar\u00eda.<\/p>\n\n\n\n
La copa menstrual es otro elemento al que rodean bastantes prejuicios, pero que a poco a poco va conquistando m\u00e1s mujeres. \u00abDespu\u00e9s de los primeros dos ciclos ya sab\u00eda c\u00f3mo ubicarla bien, y me termin\u00f3 resultando mucho m\u00e1s c\u00f3moda que las opciones tradicionales\u00bb, relata Celeste Maratea, cuyo primer paso fueron los protectores diarios de tela. \u00abMe hac\u00eda ruido que mi hijo usara pa\u00f1ales de tela y yo, ap\u00f3sitos descartables. Quise ser coherente y buscar una opci\u00f3n como la que hab\u00edamos encontrado para \u00e9l\u00bb, explica. \u00abLas toallitas y tampones generan literalmente kilos de residuos en un a\u00f1o de uso de una sola mujer\u00bb, apunta Connie Isla, reconocida influencer (@coisla) y activista vegana que tambi\u00e9n utiliza la copa menstrual, cuya b\u00fasqueda personal de productos ecol\u00f3gicos para la higiene naci\u00f3 con especial fuerza hace un a\u00f1o y medio, cuando eligi\u00f3 esta corriente alimentaria. \u00abPor eso, todo lo que compro no fue testeado en animales, tiene ingredientes veganos y fue hecho por emprendedores locales e independientes. Creo que lo primero y m\u00e1s productivo que se puede hacer por la ecolog\u00eda es hacerse vegano\u00bb, apunta. As\u00ed, tambi\u00e9n usa jab\u00f3n vegetal, champ\u00fa y acondicionador s\u00f3lido, desodorante y pasta de dientes que realiza ella misma, cepillo de dientes de bamb\u00fa y cremas en frascos de vidrio reutilizables. \u00abNada de lo que utilizo viene en pl\u00e1stico y todo tiene pocos ingredientes y muy naturales\u00bb, sintetiza.<\/p>\n\n\n\n
Otra raz\u00f3n detr\u00e1s de estas pr\u00e1cticas es pol\u00edtica, y tiene que ver con rebelarse frente al mercado y al sistema que gener\u00f3 la contaminaci\u00f3n en primer lugar. \u00abLa responsabilidad de la cat\u00e1strofe ambiental es de las grandes empresas y el modelo productivo, no de los consumidores. Pero empec\u00e9 a utilizar estos productos porque encontr\u00e9 movimientos de identidad colectiva. Gente activando proyectos a los que me parece bueno contribuir. Como parte de una clase con acceso a la informaci\u00f3n y posibilidad de elegir los consumos, creo que es un acto responsable y acorde con mi construcci\u00f3n moral\u00bb, razona Agostina Mileo, comunicadora cient\u00edfica autora de Que la ciencia te acompa\u00f1e.<\/p>\n\n\n\n
Ella lleva esta idea a distintos art\u00edculos de higiene, tanto personal como de la casa, y as\u00ed hasta fabrica sus propios limpiadores multiuso, perfume para telas, crema para el cuerpo, pasta de dientes y desinfectante.<\/p>\n\n\n\n
Facundo Bertranou, autor del libro Greenvivant y entrepreneur del mundo saludable con el sitio hom\u00f3nimo, se remite a su profesi\u00f3n inicial de dise\u00f1ador gr\u00e1fico como el puntapi\u00e9 para su desvelo por reducir desechos. \u00abLa basura es un error de dise\u00f1o. En ninguna parte de la naturaleza existen los desechos, es un invento del hombre, y en particular tiene que ver con la capacidad del dise\u00f1o, de crear objetos y situaciones que generan basura\u00bb, apunta. Dicho esto, cree que la principal acci\u00f3n que puede hacerse es exigir a los gobernantes que tomen decisiones pol\u00edticas para revertir estos consumos, as\u00ed como muchas otras pr\u00e1cticas que atentan contra el medioambiente. \u00abEs verdad que tenemos que cuidar el agua y cerrar la canilla cuando nos lavamos los dientes, por ejemplo, pero el 70% del agua dulce potencialmente potable la consumen la miner\u00eda y la agroindustria. Solo el 5 o 10%, dependiendo el pa\u00eds, es de uso dom\u00e9stico\u00bb, describe. As\u00ed, si bien los esfuerzos individuales son muy valiosos y deben seguir promovi\u00e9ndose, tal como hace su sitio, la gran diferencia puede hacerse en la toma de decisiones globales.<\/p>\n\n\n\n
Para otros, con o sin responsabilidad, es cuesti\u00f3n de ser ejemplo, en especial para las generaciones que vienen. \u00abSiempre tuve mucha conciencia ambiental y me preocup\u00f3 la huella de carbono que dejamos en el planeta, por lo que cuando empec\u00e9 a conocer estas alternativas me parecieron algo muy natural. Incluso pens\u00e9 c\u00f3mo no se me hab\u00edan ocurrido antes.\u00bb, describe Sophie Starzenski, que cuenta que se sinti\u00f3 abrumada el d\u00eda que tom\u00f3 nota de la gran cantidad de envases de pl\u00e1stico que utilizaba a diario. Hoy usa desde champ\u00fa s\u00f3lido y cepillo de dientes de bamb\u00fa hasta pa\u00f1uelos de tela, y asegura estar satisfecha con todos los reemplazos. \u00abMe parece importante cambiar la forma en la que consumimos y ser un ejemplo para los ni\u00f1os. Lo hablo mucho con mis hijos: todos esperan que alguien salve el planeta, y la verdad es que hay que empezar por uno mismo\u00bb.<\/p>\n\n\n\n
As\u00ed como ella rechaza las bolsas de pl\u00e1stico y los sorbetes que se le ofrecen al comprar, considera que la diferencia puede ser enorme si muchos m\u00e1s comienzan a hacerlo. \u00abA veces me siento medio tonta cuando insisto con esto, pero si la gente se concientizara e hiciera lo mismo, podr\u00edan llegar a ser millones de sorbetes menos en el mundo. Como consumidores podemos hacer una diferencia gigante\u00bb, alienta.<\/p>\n\n\n\n